Dayron ganó oro pero a mí no me engañan
Etiquetas: gallina, número 02 1 comentariosLas Olimpiadas han acabado, y aún quedan algunos asuntos pendientes que no se me fueron ni se me van a ir. ¡A mí no me engañan! Dayron Robles, cubano de nacimiento y de sentimiento se llevó el oro para la Isla... así fue. Aunque la realidad dista mucho de ser lo que todos piensan: ganó por querer ser el mejor del mundo y romper miles de marcas mundiales...
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Las Olimpiadas han acabado, y aún quedan algunos asuntos pendientes que no se me fueron ni se me van a ir. ¡A mí no me engañan! Dayron Robles, cubano de nacimiento y de sentimiento se llevó el oro para la Isla... así fue. Aunque la realidad dista mucho de ser lo que todos piensan: ganó por querer ser el mejor del mundo y romper miles de marcas mundiales.
La verdadera historia por la que Robles ganó el oro en vallas fue la siguiente. Fidelico tiene serios problemas de salud, sin embargo, los excelentísimos médicos cubanos decidieron probar con la crisoterapia. Como muchos no sabrán, este tratamiento médico implica utilizar polvo de oro. ¿De dónde sacar el oro? Fácil. Los atletas cubanos se encargarían de traer por lo menos un par de medallas (con una sería suficiente, pero si algo salía mal siempre tendrían una segunda oportunidad... aunque si todo salía bien, podían vender las medallas y tener vida de reyes por un ratico).
De este modo, la primera misión de Robles fue ganar el oro. Llegó hasta la final. Entonces, cuando estaba a punto de salir corriendo como alma que lleva chorro, miró a lo lejos una puertica abiertica. Su instinto pudo más y sintió que era su oportunidad de salir de la isla para siempre. Corrió con velocidad descomunal. Saltó las vallas con énfasis. Poco le importó hacer polvo a su contrincante estadounidense, pues la puerta del fondo lo llamaba con sensualidad. Y entonces, una voz, la voz del comandante, reverberó en sus entrañas. A punto estaba de romper el récord del mundo, pero la voz le recordó que cruzando esa puerta no estaba Estados Unidos ni México ni ningún país capitalista: estaba la China, comunista para la sociedad y capitalista para todo lo demás.
Las ganas se le vinieron a los pies y lejos de pensar lo contrario, lo detuvieron como un par de zapatos llenos de arena. Le sirvió el impulso para ganar el oro. Ahora sólo le quedaba la dicha de ayudar al comandante Fidelico con un poco de crisoterapia y dejar aquello de salir corriendo para el 2012.
fuente: terra
Las Olimpiadas han acabado, y aún quedan algunos asuntos pendientes que no se me fueron ni se me van a ir. ¡A mí no me engañan! Dayron Robles, cubano de nacimiento y de sentimiento se llevó el oro para la Isla... así fue. Aunque la realidad dista mucho de ser lo que todos piensan: ganó por querer ser el mejor del mundo y romper miles de marcas mundiales.
La verdadera historia por la que Robles ganó el oro en vallas fue la siguiente. Fidelico tiene serios problemas de salud, sin embargo, los excelentísimos médicos cubanos decidieron probar con la crisoterapia. Como muchos no sabrán, este tratamiento médico implica utilizar polvo de oro. ¿De dónde sacar el oro? Fácil. Los atletas cubanos se encargarían de traer por lo menos un par de medallas (con una sería suficiente, pero si algo salía mal siempre tendrían una segunda oportunidad... aunque si todo salía bien, podían vender las medallas y tener vida de reyes por un ratico).
De este modo, la primera misión de Robles fue ganar el oro. Llegó hasta la final. Entonces, cuando estaba a punto de salir corriendo como alma que lleva chorro, miró a lo lejos una puertica abiertica. Su instinto pudo más y sintió que era su oportunidad de salir de la isla para siempre. Corrió con velocidad descomunal. Saltó las vallas con énfasis. Poco le importó hacer polvo a su contrincante estadounidense, pues la puerta del fondo lo llamaba con sensualidad. Y entonces, una voz, la voz del comandante, reverberó en sus entrañas. A punto estaba de romper el récord del mundo, pero la voz le recordó que cruzando esa puerta no estaba Estados Unidos ni México ni ningún país capitalista: estaba la China, comunista para la sociedad y capitalista para todo lo demás.
Las ganas se le vinieron a los pies y lejos de pensar lo contrario, lo detuvieron como un par de zapatos llenos de arena. Le sirvió el impulso para ganar el oro. Ahora sólo le quedaba la dicha de ayudar al comandante Fidelico con un poco de crisoterapia y dejar aquello de salir corriendo para el 2012.
fuente: terra
25 de agosto de 2008, 11:53
Jajaja este esta buenisimo... y creo que por ahi estuvo muy anunciado el caso del taekwondoín cubano que se volvió loco y al quedar eliminado arremetió contra un referee.
¿Se habrá vuelto loco al saberse de regreso en la isla y sin el valioso oro para el comandandante?