El hijo de Hari
Etiquetas: hámster, número 03 0 comentarios-Y, ¿de qué haremos la película esta temporada?
-Se me ocurre una idea formidable y es plausible que todos la quieran: un hombre, de edad madura, despierta solo, desmemoriado y sin más compañeros que una casa repleta de cosas extrañas, mística, sospecho de una casucha en los Himalaya...
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-Y, ¿de qué haremos la película hoy?
-Se me ocurre una idea formidable y es plausible que todos la quieran: un hombre, de edad madura, despierta solo, desmemoriado y sin más compañeros que una casa repleta de cosas extrañas, mística, sospecho de una casucha en los Himalaya; de pronto un par de personas, seguramente los dueños de la casa lo encuentran, pero no pueden reconocer en él al hermano que perdieron diez años atrás. Se establece un conflicto por proteger la supervivencia misma. Él hombre desmemoriado prepara un plan para alejar a los otros dos...
-Se me ocurre una idea formidable y es plausible que todos la quieran: un hombre, de edad madura, despierta solo, desmemoriado y sin más compañeros que una casa repleta de cosas extrañas, mística, sospecho de una casucha en los Himalaya; de pronto un par de personas, seguramente los dueños de la casa lo encuentran, pero no pueden reconocer en él al hermano que perdieron diez años atrás. Se establece un conflicto por proteger la supervivencia misma. Él hombre desmemoriado prepara un plan para alejar a los otros dos...
-Lo del hombre suena bastante bien, pero se me ocurre que juguemos con las edades, que sea mejor un niño, un niño que se queda solo...
-¡Un niño! Eso le daría un completo giro a la historia y nos acercaría la público infantil, ¡estupendo! Me encanta, me encanta...
-¿Un niño? Pero el conflicto se desenvuelve en los instintos esenciales de un hombre, feroz y curtido por los embates de la vida, que debe sobrellevar la terrible incertidumbre de no saber quién es y de tener que asesinar a sus propios hermanos...
-Me encanta el conflicto, sólo que, me parece que podría existir un planteamiento diferente. En lugar de los dos hermanos que entran, que sean ladrones...
-¡Ladrones! ¡Eso me encanta! Va de la mano con nuestra historia india, los bandidos asesinos, la cacería, me encanta, me encanta...
-Pero estaríamos perdiendo el conflicto humano, la supervivencia...
-Y no es supervivencia un par de ladrones que entran a una casa, digamos, de corte londinense...
-¡Eso! ¡Londres! Me encanta, mezclemos nuestra tradición con los rescoldos de nuestro pasado británico, me encanta, me encanta...
-¿Londres? ¡Pero eso destruiría todo el conflicto dramático! ¡La estructura narrativa se vería extrapolada de su inherente coexistencia con el espacio druídico, la mística...
-¿Mística? ¡Mística! ¡Lo tengo! Utilicemos los elementos resaltados por la cultura occidental, qué les parece esto: un niño brujo (suficientemente místico, ¿no lo creen?) que se enfrenta a un par de ladrones en una casa londinense, en donde prepara un plan para contrarrestar a los atacantes, a través de trampas muy pueriles, digamos, latas que caen atadas a cordeles, carritos en el piso para provocar caídas estúpidas...
-Me encanta el conflicto, sólo que, me parece que podría existir un planteamiento diferente. En lugar de los dos hermanos que entran, que sean ladrones...
-¡Ladrones! ¡Eso me encanta! Va de la mano con nuestra historia india, los bandidos asesinos, la cacería, me encanta, me encanta...
-Pero estaríamos perdiendo el conflicto humano, la supervivencia...
-Y no es supervivencia un par de ladrones que entran a una casa, digamos, de corte londinense...
-¡Eso! ¡Londres! Me encanta, mezclemos nuestra tradición con los rescoldos de nuestro pasado británico, me encanta, me encanta...
-¿Londres? ¡Pero eso destruiría todo el conflicto dramático! ¡La estructura narrativa se vería extrapolada de su inherente coexistencia con el espacio druídico, la mística...
-¿Mística? ¡Mística! ¡Lo tengo! Utilicemos los elementos resaltados por la cultura occidental, qué les parece esto: un niño brujo (suficientemente místico, ¿no lo creen?) que se enfrenta a un par de ladrones en una casa londinense, en donde prepara un plan para contrarrestar a los atacantes, a través de trampas muy pueriles, digamos, latas que caen atadas a cordeles, carritos en el piso para provocar caídas estúpidas...
-¡Eso, eso! ¡Me encanta! Rescatamos a los antiguos, a Lloyd, a Keaton, me encanta, me encanta...
-¡Bah! ¿Y después qué? Resulta que el niño ¿se llama Hari?
-¡Estás finalmente dando pasos hacia adelante mi novel escritor! Estoy orgulloso de ti. Hari, como mi hijo, o el tuyo, o el de cualquiera.
-¡Eso, eso! Hari, Hari Puttar, el hijo de Hari... me encanta, me encanta.
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